Luego que el NFT del primer tuit de la historia se deprecie su valor en una oferta de u$s300, los especialistas se preguntan si es el fin de una moda.
Los tokens no fungibles o NFT vienen marcando la agenda en la segunda parte del 2021 y en lo que va del 2022. Esta tecnología cambió la forma de relacionarse entre coleccionistas, el arte digital. Incluso, el vínculo de los hinchas de fútbol con sus ídolos y equipos.
En rigor, un NFT es nuevo tipo de activo virtual que se caracteriza por:
- Representar un bien único e irrepetible
- Puede ser, por ejemplo, un archivo digital con un texto original, audio, imágenes o un video
- Cada uno vale lo que el mercado está dispuesto a pagar (a diferencia de, por ejemplo, un DAI, que siempre cotizará a u$s1)
- Son «no fungibles»: no es posible gastarlos en un bien de otra índole y son de valor económico equiparable
Sus cifras son más que elocuentes: se vendieron artículos digitales por más de u$s13.000 millones en 2021.
Sin embargo, hoy está en el ojo de la tormenta luego de que el emprendedor iraní Sina Estavi pagara u$s2,9 millones por el NFT del primer tuit de Jack Dorsey en marzo de 2021 y cuando intentó venderlo por u$s48 millones, solo recibió ofertas menores a u$s300.
Por lo pronto, existen muchas dudas sobre el valor real de estos activos: mientras algunos expertos afirman que se trata de una «moda pasajera», marcas, artistas y clubes deportivos apuestan de lleno pese a que puedan depreciarse.
¿Los NFT son una burbuja especulativa o una posibilidad de inversión?
El economista Ignacio E. Carballo, director de Ecosistema Fintech & Digital Banking (UCA), señala a iProUP que cuando aparece una innovación que genera un «boom», algún tipo de euforia en los mercados, buena parte del valor reflejado en el precio es especulación respecto del futuro de esa disrupción.
En su visión, «la pregunta no es si vale la pena invertir en los NFT, sino cuáles valen la pena y cuáles no. Cada forma de uso tendrá motivos para responder positiva o negativamente».
«Hay que separar el caso de uso de la innovación tecnológica disruptiva que, sin duda, tiene un gran valor agregado. Esto se percibe tanto en las numerosas rondas de inversión como en las diversas industrias que los utilizan . Algunos de ellos son estériles y el mercado no los convalida, por eso el precio cae», agrega.
El economista asegura que no necesariamente se perderá plata con la compra de estas piezas virtuales. Señala que debe comprenderse que es un activo y, como tal, cotiza en el mercado producto de la oferta y la demanda, presente y futura.
«Eso no tiene nada que ver con que un NFT pensado como inversión vaya a fracasar. Tenemos que tener presente que en el mundo cripto, el rol de una creación de una comunidad es fundamental«, señala el experto.
¿En qué casos conviene comprar un NFT?
Carballo remarca que un punto clave a la hora de invertir es «que haya liquidez. Para que el que compra lo pueda luego vender debe existir una comunidad detrás que cree en el proyecto o lo que este representa».
El contador público y docente Marcos Zocaro señala a iProUP que debe tenerse mucho cuidado a la hora de adquirir un NFT creyendo que tiene valor por el solo hecho de ser un token no fungible.
«Ya lo vimos en el caso del primer tuit de la historia: se compró por casi 3 millones de dólares y un año después no vale prácticamente nada. ¿Qué representa realmente? Sólo un registro en una blockchain que certifica una captura de pantalla del primer tuit», enfatiza Zocaro.
El experto subraya que puede ser diferente el caso de token no fungible que representen derechos sobre un bien, como puede ser una obra de arte. Muchas veces esto tampoco es así y no se está adquiriendo la propiedad de, por ejemplo, una pintura.
«Por eso, siempre hay que investigar qué derechos estamos adquiriendo realmente al comprar un NFT en particular. Hay que analizar los términos y condiciones», sugiere Zocaro. E, ilustra con el caso de «un token emitido por un equipo de fútbol que le permite al hincha adquirente tener poder de voto en ciertas decisiones de su club y acceso a los partidos de local».
«Esto posee mayor valor de uso que otro token que no dé derecho a nada y que sólo sea la certificación en la blockchain de una imagen de un tuit», refuerza el contador.
Connie Ansaldi, CEO y cofundadora de la galería de NFT Carnaval, asegura a iProUP que producto de la depreciación del valor del primer tuit, se habla mucho del fin de una burbuja y de si realmente son una moda o una inversión.
En su visión, «se trata de un nuevo modo de relacionarse con el arte, con la cultura. Son un puente entre las marcas y sus comunidades, entre los creadores y sus coleccionistas. Por supuesto que tienen un componente especulativo muy grande».
«Como todo, y al igual que lo sucedido con las punto com en los ’90 o el boom de las apps, las propuestas que realmente sean de valor permanecerán. Y aquello que sea meramente especulativo, probablemente, no», analiza la cofundadora de Carnaval.
¿Cuál es la utilidad de un NFT?
En referencia al caso del NFT del primer tuit, Alejandro Carrano, ejecutivo de GBM, remarca a iProUP que tuvo un condimento especial: el comprador fue arrestado en Irán, denunciado por el orden del tribunal Especial de Delitos Económicos de ese país.
«Esto ocurrió no solo por la dudosa procedencia de los fondos para la compra, sino por movimientos fraudulentos que realizaba con otros proyectos del cual formaba parte, sobrevalorando su oferta y aprovechando que en ese momento no se tenía mucha experiencia con los marketplace de tokens no fungibles y los valores de mercado», explica Carrano.
Para el ejecutivo de GBM, el NFT como instrumento y su constante evolución y desarrollo permiten infinitos usos y vale la pena invertir en ellos: «No creo que sean una tendencia pasajera, son una nueva forma de atesorar valor que vino para quedarse. Lamentablemente, muchas personas aprovechan el desconocimiento y curiosidad de otras para hacer grandes estafas», completa.
Daniela Baldovino, Global Head of Corporate and Funds en Untitled Strategic Legal Consulting, indica iProUP, que «dada las especificidades de este tipo de activos, deben conocerse en detalle sus características antes destinar capital, como con cualquier tipo de inversión».
«Solo que, en este caso, la tecnología relacionada, los usuarios, exchanges, custodios, entre otros, implican una nueva forma de vincularse. Por lo tanto, es posible que el inversor o comprador cuando quiere comprar un NFT no sabe por dónde empezar a investigar», asegura.
El experto, además, plantea: «La pregunta clave es para qué sirve ese NFT y qué derechos o activos me otorga. Si, por ejemplo, es el avatar de un videojuego del cual no tengo idea cómo funciona, si es una membresía a mi restaurante favorito, una entrada VIP para la final del mundial o arte digital».
«Una vez que entendemos eso, podemos comprender cómo y cuándo el valor puede subir o bajar. Otro punto fundamental es no comprar una falsificación, para lo que se deberá comerciar con usuarios verificados o realizar un análisis de blockchain», enfatiza la ejecutiva.
¿Se pierde plata con la compra de los NFT?
Según Carrano, que los artistas, organizaciones, deportistas y marcas no paren de sacar token no fungibles aumenta la oferta disponible, lo que deriva en una baja de los precios. También hay que ver la utilidad que cobra ese token luego de su adquisición: si el valor está dado por su carácter novedoso o su utilidad.
«Además, los costos de los NFT están supeditados a las comisiones de las redes en los que están alojados y el precio que fija el desarrollador. Estos son los valores a tener en cuenta para una futura reventa», explica el ejecutivo.
Por su parte, Baldovino, remarca que la compra de estos instrumentos implica «un riesgo grande», por lo que recomienda que «las personas que no entiendan su funcionamiento deben adquirirlos solo con el asesoramiento correspondiente».
«Los artistas, organizaciones y marcas usan esta nueva tecnología, ya que facilita el envío de todo tipo de activos y la verificación de la titularidad. Gracias a la tecnología blockchain podemos transferir valor en segundos. Si bien es posible que muchos comenzaran porque es una moda, es algo que tarde o temprano iba a pasar», asevera Baldovino.
En igual sintonía, Ansaldi añade que el mercado de los NFT es muy incipiente. Considera que falta mucha educación por ejercer sobre este tipo de activos, que es el gran desafío. «Cuando la tecnología se democratiza se convierte en parte de la cultura, En ese proceso estamos», remarca.
Zocaro agrega que «aún existe mucho FOMO (miedo de quedarse afuera) y nadie quiere perderse la tendencia. Por eso, cada vez más empresas y artistas invierten, pero con el correr del tiempo sobrevivirán los que realmente tengan valor subyacente y determinada utilidad».
Al igual que lo que ocurre con otros proyectos cripto, el proyecto que esté detrás y la solución que venga a proponer a un problema no resuelto será clave para saber qué usos de los NFT serán los que perduren y se revaloricen, mientras que el resto -al igual que una shitcoin o «moneda basura»- pasará a ser un ingrato recuerdo para los inversores.
Por Pablo Weiss Auberdiac – https://www.iproup.com/